lunes, 29 de julio de 2019

El agua que supera la capacidad de un vaso estandar


El agua es de los cuatro elementos de la naturaleza con el que peor relación tengo, algún trauma infantil tengo, tengo la sospecha que todo empezó en el vientre de mi madre, que digo yo, señora naturaleza si al nacer vamos a caminar, saltar, subir a los arboles, etc. qué necesidad hay de pasar nueve meses sumergido en un liquido, que al final mi madre no rompió aguas fui yo, que rompí la bolsa esa con lo más largo que tenía a mano, el caso es que a lo largo de mi vida he tenido varios incidentes con dicho elemento, sin acritud lo de elemento aunque motivos tengo.
Me ducho sin meter la cabeza debajo del chorro, una vez lo intenté, aguanté la respiración y cuando me decidí a meterla había pasado un ratito y las reservas de aire estaban bajo mínimos, la bocanada coincidió con el chorro en lugar y hora, se me quedaron los pulmones como las bodegas del Titanic, la cara como la del Leonardo DiCaprio en las escenas finales de la película, cuando se da cuenta que en las últimas líneas de su guión no pone que a la Winslet la tiene en el bote y moja, había bote y estaba mojado pero el contexto era diferente.

No vayáis a pensar que no lo he intentado, hasta me apunte a un curso de natación en el gimnasio que hay al lado de casa, si, ese al que ahora voy a no hacer Pilates, menos mal que no se acuerdan de mí, los primeros días bien, nos metíamos en la parte que no cubría y chapoteábamos con los pies, después todo se torció, el monitor dijo que había que ir al otro lado de la piscina a la parte honda,
.-Donde vas Xavi, me pregunto mientras subía por las escaleras
.-al otro lado de la piscina
.-Hay que ir por dentro,
 menos mal que nos dio una plancha de corcho, que ayudaba bastante a pasar el mal trago, en realidad fueron varios los tragos hasta llegar a destino, y en esas pasamos varios días, al cabo de los cuales se presenta con lo que parecían aros del tamaño de una pulsera, nos llama y nos comenta que pasamos al siguiente nivel, yo más contento que un niño en casa de Santa Claus, parece que no lo estoy haciendo mal,
.- Dejar los corchos que no los necesitáis, Xavi el corcho a su sitio, Xavi no llores que tienes 18 años
Acabo dejando el corcho y cuando vuelvo con el monitor ya no tiene las pulseras, mira que majo se las ha regalado a las chicas por hacerlo bien, que nos regalará a nosotros, que nervios
.-Ir a recoger los aros al fondo de la piscina, le miro de arriba abajo y le digo a bocajarro, los aros los vas a buscar tú, si no no haberlos tirado, me doy media vuelta y me voy de allí, no volví a más clases y el trauma ni que decir tiene sigue ahí.

Winter is coming

miércoles, 10 de julio de 2019

La domótica, mi yo digital parte 2



Hoy todo el mundo sabe que es la domótica, gobernar la casa mediante aparatos electrónicos, utilizo un lenguaje sencillo porque me consta que me leen algunos que estudiaron mientras la LOGSE estuvo en vigor.

Hace 35 años con ayuda de Antonio, primo por imposición familiar, amigo por elección propia, hicimos una breve pero intensa incursión en el mundo de la domótica, que ahora sabemos lo que es pero en aquella época para nosotros fue nuestro logro, los ordenadores de entonces eran tan solo un teclado que enchufabas a una tele, y le cargabas los programas con una cinta de casette, para los de la LOGSE y posteriores un artilugio consistente en un aparato que leía lo que estaba escrito en una cinta magnética, recuerdo que tardaba una media de tres cuartos de hora en cargar un programa y cuando lo ponías en marcha podían pasar dos cosas, que fuera divertido y te estabas 15 minutos jugando, daros cuenta de la proporción entre lo que tardaba en cargar y el rato que jugabas, la otra cosa que podía pasar era que rompieras a llorar por haber perdido un trozo importante de tu día, mi ordenador era un VIC 20 de la casa Comodore, una bestia con 5KB de memoria Ram.

Con aquella bestia de la informática conseguimos Antonio y yo, poner en marcha una lavadora a distancia, aquí mi ego se ha tomado la libertad de hacer el reparto de halagos, en realidad fue Antonio el artífice de tamaño logro yo me limité a poner el ordenador la lavadora, y la distancia fue de aproximadamente un metro, que os parecerá poco pero un metro de entonces no era baladí, la prueba inicial fue un éxito y eso que la hicimos bajo la presión de nuestras parejas que se plantaron en la puerta con cubos y fregonas para minimizar los daños colaterales según ellas, la mía, mi amor eterno aún de vez en cuando me recuerda aquel día, cuando le digo que voy al baño y si no me he tomado la medicación se planta en la puerta con cubo y fregona.

Pero a los pocos días entraron en casa y robaron el invento, desde el primer momento pensé que era espionaje industrial, pero que también robaran la cadena de música, dos cadenas estas de oro y una medalla de Joana ponía en serias dudas mi versión, no  había evidencias que fuera espionaje sino un robo estándar, se llevaron todo lo de valor y me dejaron eso sí dos vertebras cervicales tocadas que si bien no puedo achacárselo directamente a ellos fue por culpa de su acto que durmiera dos meses con un martillo bajo la almohada.

Winter is coming.

martes, 9 de julio de 2019

Mi yo digital


Mis primeras escaramuzas con el mundo digital se remontan a los albores de la informática en España, cuando para conectarse a Internet solo había dos nodos en el país, uno en Madrid y el otro en Barcelona, los que me venís siguiendo sabéis que mi nivel intelectual roza el negativo, no encuentro otra razón lógica a que decidiera conectarme al nodo de Madrid cuando llamar a Madrid era conferencia, cuando recibí la primera factura post-digital les envié una misiva donde educadamente declinaba su oferta de comprar la empresa, al menos de momento, como el mail por aquellos tiempos era privilegio de unos pocos entre los que no me encontraba usé el medio tradicional de correos, que parece ser que aún no se habían percatado de la evolución de los medios de transporte y se tomaban su tiempo en enviar las cartas, el caso es que al cabo de un par de meses me llegó la contestación de Telefónica con un veinte por ciento de recargo, visto lo cual decidí posponer el contencioso hasta que la comunicación fuera más fluida.
Un tiempo después mi hermano que trabajaba como un animal en una empresa que daba cursos de informática me regalo uno de aquellos cursos, acabado el cual el director me dijo que era bueno y que me hubiera ofrecido un puesto como profesor si tuviera algún titulo
.-entonces este papel que me habéis dado no me va a servir de mucho, no?
 Pasados tres años de aquello me enteré que mi hermano que  trabajaba como un animal para aquella empresa había escogido como animal para trabajar el camello, y yo que siempre he sido una persona recta, de frente porque de perfil tengo una ligera curvatura a la altura de los hombros que no viene al caso ahora mismo, así que lo dejo ahí, el caso es que para una persona de mi rectitud que me hubiera pagado dicho curso con dinero del cártel me dolió, afortunadamente el tiempo había realizado bien su trabajo y a esas alturas me había olvidado de la mitad de lo aprendido y eso contribuyo a que tan solo me sintiera la mitad de mal de lo que me hubiera sentido.
Estudié por mi cuenta programación en parte para lavar mi imagen y también porque me gustaba mucho, en el camino de casa al metro había dos videoclubs, entonces no existían Netflix ni HBO, después de analizar las dos ofertas me quedé con el que estaba más próximo a casa, no hay Netflix, no hay HBO, ergo hay que devolver las películas, bueno, también porque su catálogo de porno era mejor que el otro, el caso es que entable amistad con el propietario un visionario que decía que el futuro estaba en los ordenadores y que había mirado un programa para gestionar el videoclub pero era carísimo, vi mi oportunidad de demostrar mi valía como programador y le ofrecí mis servicios, el hombre que era un visionario de la tecnología del futuro no lo era tanto para escoger personal porque accedió a mi oferta, resumiendo para no hacerme pesado, al cabo de poco tiempo cambié de casa y él se quedó sin programa, decir que no le cobré nada al fin y al cabo seguía siendo una persona honesta, y yo visioné gratis todo el catálogo de porno de donde saqué varias ideas para el futuro.
En el barrio nuevo también había un videoclub y para entonces yo había desarrollado un programa de gestión de videoclubs que estuvo utilizando hasta que cerró.
Ahora mismo mientras escribo estas líneas mi nivel de informática es de pre-usuario, solo sé encender el ordenador y cagarme en tó cuando falla el wifi.

Winter is coming.

jueves, 20 de junio de 2019

Reincidente


.-Hola me llamo Xavi y lo he vuelto a hacer
.-no tío, con lo bien que lo llevabas

He vuelto al gimnasio pero nada de Pilates ni esas tonterías, a la sala de los hombres, las máquinas de musculación, la verdad es que tengo que pasar por allí para llegar a las bicis estáticas si esas que te engañan porque no son tan estáticas, me he montado en una hasta que he visto un monitor y me he tirado al suelo y me he hecho el muerto, cuando se fue no me atreví a volver a montarme en la bici no quiero tentar a mi suerte, en la misma sala están las maquinas de remo he afianzado los pies con las correas y no llegaba al remo, y ahí estoy yo dando saltitos con el culo intentando coger el maldito palito cuando me tocan el hombro, me giro con la misma habilidad que un gato de yeso y veo al monitor que se ve que no se había ido, me acerca el remo sin decir nada, le doy las gracias costumbre que he cogido con el apoyo de la comida saludable y me pongo a remar, tengo que decir que soy mucho de venirme arriba tanto que a los pocos segundos cerré los ojos y me vi en la piragua del equipo de Cambrige, y sin acordarme que cuando me senté en la trainera el asiento no tenía respaldo y casi doy una vuelta de campana, me incorporo con la mayor dignidad que la situación me permite osea ninguna y me voy saliendo de la sala con unos legins que en su época marcaban paquete y ahora marca por donde va el más gilipollas del gimnasio.

Winter is Coming

miércoles, 19 de junio de 2019

A la tercera no fue la vencida (menos mal)


Por aquel entonces ella ejercía de hija de mi jefe, no es que haya dejado de serlo pero él, mi exjefe dejo de ejercer como padre cuando cumplió su promesa, dijo que quería vivir cien años y un mes después de hacerlos, tiempo que se tomo para que no hubiera dudas de su hazaña se fue con sus cien años y un mes de vivencias donde quieran que vayan las personas buenas, si no estamos engañados y al final vamos todos al mismo sitio.

Pero volvamos al pasado, no sé y creo que ya nunca averiguare como pude estar casi seis años con ella, pero fue la primera a la que podía llamar novia de verdad, tanto que íbamos a casarnos cuando acabara el servicio militar, popularmente mili, teníamos piso, en realidad del padre  pero ya nos servía, iba a menudo por la tienda e hizo amistad con la que por aquel entonces trabajaba de dependienta pero su verdadera ocupación en realidad era ser la Celestina, aunque cuando me di cuenta ya era demasiado tarde y me encontré sin quererlo ni pedirlo comiendo con mis jefes en su casa, su madre no me quería para su hija, no me consideraba apropiado, un simple aprendiz que se quiere casar con su hija braguetazo seguro, pero ahí seguí yo día si día también en casa de mis jefes, que no es que me cayeran mal pero coño, me pasaba todo el día trabajando para él, recibiendo sus ordenes y cuando colgaba el delantal  las ordenes me las daba su hija, a ver Javi, párate un momento a pensar, haz una retrospectiva de tu vida a ver en qué carajo de momento la cagaste, pero me quede con las ganas de averiguarlo casi seis años,  al cabo de los cuales me llamaron para hacer la mili, que hice en las COEs, en algún momento comprendido entre que me dieron el petate y comprendí que no iba a ser tan divertido como me habían explicado y el día que me dieron la cartilla militar donde en el apartado valor ponen un lacónico “se le supone” que pensé yo para mi, si te explico mis últimos seis años no borras la frase, arrancas la hoja, pues eso en ese espacio de tiempo me regaló una hermosa cornamenta que ingenuo de mi pensé que era para colgar en el comedor, pero no, en la separación se quedo con el comedor y el resto de la casa, y en el “reparto” a mí me tocó el sofá que ni lo había escogido ni me gustaba, incomodo no un potro de tortura es lo que era, pero lo recuerdo con alegría porque aquel sofá vino con dos regalos, uno la separación de aquella chica, el otro, que alguien pensó que yo estaba mal y me presentó a la que supe desde el primer momento que pasaría con ella el resto de mis días, aunque ella tenía otros planes.

Winter is Coming